AMADO MAESTRO NATIVIDAD (ESPÍRITU DE LA NAVIDAD)

El Amado Natividad, a quien comúnmente se llama “Espíritu de Navidad”, es un ser de luz procedente de las Altas Esferas que visita a la Tierra durante la época de Navidad, cada año.El llena, con la luz que irradia, los corazones de quienes tienen la dicha de aceptarlo y recibirlo internamente.
Por su clara pureza y la natural forma de exteriorizarla, representa la bondad infinita, la alegría, la esperanza y el amor. Es tan fuerte su radiación que puedes disolver, al instante, las ataduras que atan a las personas a sus no perfecta y atormentadoras creaciones humanas, derribar muros de ignorancia y separatismo, acabar con los temores profundos, realizar la unión instantánea de quienes se han alejado afectivamente de sus familiares y amigos a los cuales ya no visitan.
Debido a su interna pureza carente de toda malicia, es como un niño lleno de radiante alegría y generoso desprendimiento que disfruta al dar sin medida y compartir sus tesoros a través del toque mágico de su luz, la cual llega al corazón y despierta al niño dormido que internamente está en cada ser humano.
El Maestro Natividad simboliza también a ese SER amoroso, colaborador y perfecto que cada persona lleva dentro de sí misma, como su yo bueno y armonioso que abre todas las puertas e ilumina el corazón en el momento preciso, guía y orienta en los peligros.
Lo llaman “Espíritu de Navidad” porque su radiación todos la sienten durante esa época del año; pero no es ningún espíritu sino un gran ser de luz que mora en los Altos Planos o Esfera Superiores de existencia de las cuales viene para llevar paz, abundancia y prosperidad a los pobladores de este mundo durante las festividades navideñas celebradas cada año. Tan hondamente llega la radiación de su amor, que se siente en los corazones y allí permanece en quienes quieran recibirlo, sin que tengan que esforzarse personalmente, pedirlo o demandarlo de manera consciente.
La radiación tan magnética de su amor aleja las apariencias, une a familiares y amigos distanciados, proporciona paz en los sobresaltos del vivir, discernimiento en las confusas experiencias confrotadas, sobresaltos y peligros.
La palabras “Natividad y Navidad ” son bastante parecidas en su pronunciación; pero, diferentes en cuanto al tiempo porque el término Natividad es mucho más antiguo que la palabra Navidad, de creación posterior.Realmente la Navidad, como celebración en honor del Niño Dios, nació en el siglo V d.C., con la fundación de la iglesia Católica y la separación entre ambos términos está principalmente en la sílaba ti.

¿Cómo es el rostro del Amado Natividad?

El tiene un aspecto infinitamente joven e inteligente, de unos quince años, mirada luminosa, alegre, cabello y ojos castaños. Sus ojos castaños brillan con refulgencia de estrella, hay gran paz, serenidad y alegría en su semblante.
Tiene el cabello castaño claro, rojizo a veces, con reflejos dorados y pequeña rutilancia de estrellas diamantinas en su pelo, que se expanden alrededor de él mismo como expresión amplificada de su interna radiación.
Su luz refleja una suave tonalidad anaranjada que forma como una aureola resplandeciente. De sus luminosas manos, siempre dispuestas a dar, salen chispitas infinitas de puntos brillantes que envuelven e interpenetran a personas, objetos, a seres animados e inanimados como lluvia de estrellas para multiplicarse en prosperidad, paz, suministro, salud y en miles de bendiciones infinitas.
En su rostro, el Amado Natividad refleja una sonriente serenidad muy hermosa, una superior y muy sutil inteligencia; todo su aspecto viene siendo la expresión, pero lo mejor de él está en las cualidades internas que representa e irradia: Dicha, alegría, prosperidad, las cuales cada persona siente internamente al contactarlo. Salúdenlo y recíbanlo en sus corazones para obtener muchos beneficios durante los días navideños.
Este glorioso ser procede de la Novena Dimensión, donde ya nadie envejece, se enferma o muere porque logró alcanzar el estado perfecto, allí se le conoce como la Gran Entidad de la Alegría; por lo tanto, es mucho más que un Maestro Ascendido; pero, desde años pasados, las personas interesadas en la enseñanza metafísica lo llaman Maestro Natividad, lo cual él acepta y agradece como una manifestación de amoroso acercamiento.
Los Maestros Ascendidos que ya alcanzaron el estado perfecto moran en la Quinta Dimensión y las Grandes Entidades los superan bastante a nivel evolutivo, mientras que los seres humanos de la Tierra nos encontramos en la Tercera Dimensión, donde todavía aún hay cosas por superar; por lo tanto, se precisa el avance a través de la reencarnación.

Simbólicamente el Amado Natividad tiene el mundo en sus manos

Esto significa que él no da su ayuda y radiación a un sólo país o parte de la Tierra en particular, sino a los habitantes del planeta entero sin distinción ni exclusividad, conozcan o no su existencia , lo invoquen o dejen de hacerlo. Se trata de un servicio de gran magnitud y altura destinado a todos los pobladores del mundo en general.
La ignorancia y la tergiversación han distorsionado su imagen; pero esto no impide que su radiación sea la misma e igualmente los beneficios obtenidos durante cada año. Se cierra un ciclo anual y el mundo asciende a una órbita mayor, más alta, porque la evolución siempre prosigue.
Natividad no es un hijo de la Tierra, ya que nunca nació aquí ni reencarnó jamás en este mundo. Procede de otras dimensiones que están más allá de este sistema solar. En tiempos remotos de lejana antigüedad, visitaba temporalmente al planeta, porque tenía afinidad con algunos seres aquí encarnados en misión de servicios, originarios del mismo sistema solar de él, los cuales vivían en los lugares nórdicos, que ahora se llaman Escandinavia, países fríos de nieve y hielo.
Natividad era, por entonces, un visitante espacial, un viajero de las estrellas que estaba en La Tierra por algún tiempo y después se volvería a marchar. En ocasiones, obsequiaba a sus amigos regalos espirituales y materiales de rara belleza.
Por ser un representante del Rayo Oro Rubí, la abundancia y la divina opulencia siempre lo acompañan en forma muy natural y sencilla.
En remota antigüedad, él hizo muchos amigos en este mundo al que tanto ama, compartió experiencias con la gente de La Tierra y dejó un perdurable recuerdo que fue distorsionado después, se convirtió también en una leyenda: La fábula de San Nicolás, Papá Noel y Santa Claus.
En realidad, el Amado Natividad no es un anciano bondadoso y barbudo siempre sonriente que va vestido de rojo, lleva botas altas y carga un enorme saco de regalos para obsequiar. Tampoco viene por el aire montado en un trineo de renos que recorre los cielos siderales vertiginosamente.

Veamos el por qué de la asociación:

-El traje rojo simboliza la abundancia del Sexto Rayo Oro Rubí que él representa.
-Los renos de su trineo espacial son la imagen distorsionada de Los Maestros Ascendidos y seres de luz que lo acompañan en su labor de alegría, paz, esperanza.
-Volar por el cielo significa ausencia de limitaciones en sus deseos y velocidad de acción.
-El saco desbordante de regalos simboliza los obsequios y dones que él prodiga los cuales no son sólo materiales como comúnmente se entiende. La radiación de fulgurante luz que el trineo deja a su paso es un símbolo del majestuoso poder que siempre lo acompaña, esa maravillosa descarga de energía revitalizadora para beneficio del planeta y de sus habitantes, con objeto de subirlo de nivel, de elevarlo en vibración y purificar el ambiente.
La generosidad de dar y compartir son una manifestación del amor que irradia en el ambiente navideño durante esos días, por obra de este maravilloso ser y de sus acompañantes que lo ayudan. Hasta las personas más inhibidas, de carácter más apagado y triste, sonríen, hay mayor claridad en el ambiente, el cielo se despeja de nubes oscuras, se advierte menor pesadez en la atmósfera: Todo parece volverse azul y rosado al llegar la Navidad.
La potente y radiante energía de Natividad con sus acompañantes carga la atmósfera, revitaliza a la naturaleza, viene siendo como una poderosa lluvia de estrellas formada por millones y millones de chispitas luminosas que envuelven e interpenetran a la Tierra con la acción directa de los Siete Rayos. Esas diminutas llamaradas e inmensas radiaciones de colores y luces la gente la capta internamente y las absorbe.
Se manifiestan externamente como representación simbólica, en los brillantes bombillitos que adornan el árbol navideño en cada hogar e incluso en los comercios y lugares públicos, donde también están los arbolitos como expresión de las festividades navideñas.
Algunas personas de crédulo y simple pensar pueden preguntarse:
¿Cómo llega San Nicolás a la Tierra, si no viaja en un trineo celeste conducido por renos tal como lo representa la fantasía? No es ésa su forma de presentarse ni de estar aquí: aunque sea un visitante sideral. Los seres de tan alta evolución no necesitan trasladarse a nivel físico, porque pueden estar presentes mentalmente en conciencia, esencia, presencia más sutil y también por densificación, para el fin de año y luego regresaba a la Altas Esferas de donde procedía.
Después de la degradación y caída de la civilización, el ambiente se hizo pesado, denso y ya no resultaban posibles las visita del Amado Natividad, porque la humanidad se pervirtió y una condición de gran negatividad se adueñó del planeta: por lo tanto, la densificación en forma física ya no podía ser.
No obstante, él decidió ayudar internamente, a nivel no visible. Esa es su misión, labor que eligió libremente en bien del planeta. De los lejanos tiempos en los que visitaba físicamente a la Tierra, sólo iba quedando un vago y distorsionado recuerdo de que él existe y está en alguna parte del universo.

La Gran Radiación

Ya desde el mes de Septiembre, comienza a prepararse su llegada, a proyectar su radiación que va intensificando su fuerza y poder hasta el tiempo de entrar él en la atmósfera terrestre, lo cual sucede entre el 20 y 21 de Diciembre, a las doce de la noche en cada país.
Con gran ímpetu arrollador, la energía cubre a todo el planeta, envuelve e interpenetra cuando es y existe en este mundo, con fines de purificación, limpieza y elevación. Unidos en vibración y luz, esos seres forman como un corazón palpitante de amor que todo lo transforma a su paso y va sembrando la alegría.
Son muchas las personas que, al despertar internamente en esos momentos, comienzan a buscar lo espiritual en sus vidas. Los hermanitos menores llamados animales, los elementales que están en la naturaleza, reconocen y saludan a Natividad en los bosques y campos.
Multitud de niños cuyos cuerpos duermen tranquilos por las noches salen gozosamente a recibir a Natividad, bastantes adultos también en sus cuerpos etéricos; aunque no se acuerden de nada al día siguiente. La permanencia de Natividad y sus acompañantes es aproximadamente de un mes.
Ellos podrían quedarse más tiempo, si los habitantes de este mundo regresaran a la vibración pesada de sus trabajos, obligaciones y preocupaciones. A medida que la alegría se acaba, las puertas de entrada a la Tierra se van abriendo y finalmente que la alegría eleva, lo pone todo más liviano y es una gran verdad.
Cuando los agobios y penas vuelven a aparecer, todo se opaca: por lo tanto, ya no resulta posible la permanencia de Natividad y sus acompañantes, que regresan al lugar de donde vinieron. Mientras ellos están y realizan su labor, hay una dispensación especial para los seres humanos que demandan su asistencia, ya sea por conocer la verdad o en la forma de fábula en que se le conoce, incluso a través de oraciones y rezos.
Toda invocación es siempre respondida por los seres de amor y luz que acompañan al Amado Natividad. El ambiente de alegría, felicidad y contento hace que esto sea posible, si hay peticiones de ayuda, fe y esperanza.
Por mi parte deseo que VIVAS y SEAS la alegría AMADO SER…..
Que todos los seres sean felices,
que todos los seres sean en Paz.
Fuente: 
trazosdegrafitodemialmaalada.blogspot.com,compartiendoluzconsol.wordpress.com