Soy Merlín, para muchos sólo un mago mítico. Para las Semillas Estelares soy la individualización, la encarnación que conocieron del Padre Estelar de la Familia de Andrómeda. Les conecto desde la galaxia siguiente, haciéndoles saber que cuido y velo por el Proyecto Sistema Solar desde el inicio. Los andromedanos somos magos naturales porque aquí todo puede ser transformado a voluntad, sin mediar conflicto de intereses, como podría ocurrir si este nivel de creatividad les fuera otorgado a quienes todavía no pueden lidiar con su propio karma. La sincronicidad y la evolución nos permite generar realidades diferentes y paralelas, sin afectar al conjunto.
Mi compañera y Madre Estelar de Andrómeda, Amatista, tiene mucho que ver con esto, ya que en nuestra galaxia los velos de realidad son generados por la vibración de su color; y su potencial abarca finas capas de densidad que envuelven los sentimientos andromedanos capaces de todo cambio. O como lo llamarían ustedes, “magia”.
Ella se encargó de depositar en Gaia inmensas vetas de un cristal que lleva su nombre. Todos son bellos y diferentes, no hay dos iguales. Y les introdujo destellos de eternidad que muchos pueden ver al observarlos. Esos destellos, al igual que los arco iris que se forman son accesos al Poder de Andrómeda.
Llego hoy, conectando a través de las Auroras Boreales que provocan la nueva tormenta geomagnética que está envolviendo a Gaia, y a todos los demás planetas del Sistema, para entregar nueva información e instrucciones.
Llego para actualizar las canalizaciones y las investigaciones realizadas sobre mi trabajo druídico en Irlanda y Sajonia, para esclarecer el uso benéfico del alfabeto Ogham.
Observar y estudiar los símbolos les permitirá encontrar nuevos senderos de búsqueda y realización. Conectar con la Naturaleza viva que lo inspiró, les dará belleza y sabiduría. Y uniendo ambos conceptos obtendrán el Coraje y el Poder que necesitan para reciclar el antiguo karma.
Mi compañera y Madre Estelar de Andrómeda, Amatista, tiene mucho que ver con esto, ya que en nuestra galaxia los velos de realidad son generados por la vibración de su color; y su potencial abarca finas capas de densidad que envuelven los sentimientos andromedanos capaces de todo cambio. O como lo llamarían ustedes, “magia”.
Ella se encargó de depositar en Gaia inmensas vetas de un cristal que lleva su nombre. Todos son bellos y diferentes, no hay dos iguales. Y les introdujo destellos de eternidad que muchos pueden ver al observarlos. Esos destellos, al igual que los arco iris que se forman son accesos al Poder de Andrómeda.
Llego hoy, conectando a través de las Auroras Boreales que provocan la nueva tormenta geomagnética que está envolviendo a Gaia, y a todos los demás planetas del Sistema, para entregar nueva información e instrucciones.
Llego para actualizar las canalizaciones y las investigaciones realizadas sobre mi trabajo druídico en Irlanda y Sajonia, para esclarecer el uso benéfico del alfabeto Ogham.
Observar y estudiar los símbolos les permitirá encontrar nuevos senderos de búsqueda y realización. Conectar con la Naturaleza viva que lo inspiró, les dará belleza y sabiduría. Y uniendo ambos conceptos obtendrán el Coraje y el Poder que necesitan para reciclar el antiguo karma.
Hay muchos de ustedes que persisten en anticuadas ideas que no les benefician, pero que no desean cambiar porque el miedo les hace temblar ante la posibilidad de pérdida. En contraste, otros vibran la necesidad de transformación. Para ambos grupos volvemos a poner a su servicio los Portales de los Árboles Sagrados. Bienvenidos al Reino de las Posibilidades.
Merlín
De "Ogham, el Oráculo de Andrómeda"
Liliana Scaringi
Liliana Scaringi