CÓMO DAR PROSPERIDAD AL ÁRBOL FAMILIAR EN DIEZ PASOS

POR VERÓNICA HEILAND














Prosperidad nos dice el diccionario que no solo se refiere al éxito de un resultado sino a que las cosas vayan bien, que sean positivas en el proceso para alcanzar dicho resultado. Por lo tanto también podemos mirar en sus sinónimos: ventura, bonanza, bienestar, fortuna, bienaventuranza, abundancia… y en lo personal me gusta mucho asimilarlo al término plenitud.
Todo esto que digo es como para ponernos de acuerdo en cuál es el tema que estamos abordando, desde qué lugares posibles podemos trabajar la Prosperidad en nuestro árbol familiar.
La Prosperidad entonces es un estado natural del Ser, que no necesitamos buscar afuera, sino “simplemente” sintonizar. Y lo digo así entrecomillado porque a veces lo simple por ello mismo nos resulta esquivo, ya que acostumbramos a cargar todo con otros contenidos… a veces tengo la sensación de que teniendo ya un hermoso bosque frente a nosotros nos obsesionamos con hallar un especímen en particular y nos perdemos tanta grandiosidad y belleza que allí está, sencillamente al alcance de la mano.
Queda claro que cuando hablo de prosperidad no estoy refiriéndome solo a lo económico, que es apenas una parte de la vida, sino a todo lo demás: la salud perfecta, relaciones personales y vínculos familiares, trabajo, estudio y profesión, conocimientos adquiridos, heredados y recordados…
Pongamos un ejemplo simple. Tienes asma y cada vez que estás nervioso o sobre exigido padeces un ataque que te deja sin aire, necesitas correr a tu inhalador. Esto te da inseguridad o temor, pero “es lo que hay” como se escucha tanto ahora. Revisando en tu familia, descubres que algún pariente también tiene asma, o que tus padres vivieron con miedo de inspirar libremente el aire, la vida. 
En fin, si te analizas observas que ese temor que te genera el asma de alguna forma fue grabándose en tus células ya desde la infancia, y que era una música que ya sonaba en las generaciones anteriores.
Pensemos ahora en las células como partes de tu cuerpo que reservan datos, en ellas grabamos esas memorias, allí guardamos esa información acerca de la imposibilidad de los pulmones de expulsar el aire viejo impidiendo de tal manera que aire nuevo ingrese… “y si salgo a correr y tengo un ataque? mejor llevo el inhalador”. Grabas otra vez temor. Y tu vocecita interna sigue: “Cada vez que rindo examen me pongo nervioso, y si me quedo sin aire, qué hago?”. Sigues machacando miedo.
Ahora imagínate que esto que te pasa, también les ha pasado a tus padres, y hermanos, abuelos, tíos, bisabuelos… todos fueron grabando surquitos de memorias, como discos que al sonar nos van dando una música familiar común a todos y que hoy pide sanación a gritos.
Esta herencia está en el ADN, y más allá de la biología pura y dura, que nos aconseja usar un broncodilatador para que la respiración vuelva a ser fluida, todos podemos ir limpiando estos bancos de memorias, ayudando así a sanar nuestro árbol familiar.
Si estás leyendo este artículo, seguro es porque estás dispuesto a tomar tu responsabilidad para colaborar en la curación de tu linaje. Has decidido encarnar en este tiempo mágico y vivir esa realidad para sanar especificamente esto de tu árbol genealógico.
Vamos entonces a limpiar juntos siguiendo estos pasos, en los que combinamos metafísica, el poder creador de la palabra y la visión interna y el ho’oponopono:
1. Escoger el concepto (Ej. liberar el miedo a las enfermedades) que queremos sanar.

2. Pedir permiso desde tu Yo Superior al Yo Superior de cada uno de los antepasados o familiares para realizar esta Sanación.

3. Solicitar que la sanación sea hecha en Orden Divino y respetando el libre albedrío de cada Ser, en Armonía perfecta para ti, para cada ancestro y para las generaciones futuras.

4. Solicitar la ayuda, asistencia, protección y guía de los Seres de Luz al Servicio del Plan Divino con quienes sientas especial conexión: podría ser tu ángel, o un arcángel o un Maestro. Confía en que cuando los llamas desde tu corazón Ellos siempre están, simplemente llamándolos por su nombre tal como los conoces (no necesitas números o rituales especiales).

5. Comenzar con la limpieza del árbol genealógico de la madre diciendo: Solicito que se Limpie el banco de datos referido a ……(dices el concepto que estableciste en el punto 1. En este caso sería: liberar el miedo a tener enfermedades). Que esta limpieza y sanación actúen para nuestro Bien Mayor en su origen, procedencia, causa, raíz, efecto y trascendencia, en todos los ancestros de mi madre, en todo el árbol genealógico, en esta dimensión espacio temporal y en todas las dimensiones y planos que corresponda.

6. Seguir con la limpieza del árbol genealógico del padre diciendo: Solicito que se Limpie el banco de datos referido a ……(repites el concepto anterior). Que esta limpieza y sanación actúen para nuestro más alto Bien, en su origen, procedencia, causa, raíz, efecto y trascendencia, en todos los ancestros de mi padre, en todo el árbol genealógico, en esta dimensión espacio temporal y en todas las dimensiones y planos que corresponda.

7. Invocar la Llama Violeta e imaginar, visualizar, pensar o decretar (esto es ideal para quienes no visualizan) que la llama violeta recorre todo el árbol genealógico tanto del linaje materno como paterno. Pedir que la llama violeta, libere, limpie, sane y transmute, toda energía negativa relacionada con ……(puedes nombrarlo otra vez) que se halle contenida en las memorias de los antepasados y generaciones futuras. Gracias, gracias, gracias, porque así es.

8. Solicitar la limpieza karmica ancestral de ……(dices el concepto) bajo la Gracia Divina y de manera perfecta, liberando así todo proceso karmico que involucre la/el ……(repites el concepto) en el árbol genealógico. A continuación pides que todo esto sea limpiado con la Llama Blanca de Purificación. Sostener este Rayo Blanco purificador y agradecer tres veces seguidas.

9. Invocar ahora la Llama dorada para que bañe cubriendo todo el árbol genealógico y selle todo espacio donde se liberó energía del concepto trabajado. Mantener la visión de esta Luz radiante dorada refulgiendo en todo el árbol: raíces, tronco, ramas, hojas… Si te cuesta visualizar, simplemente decreta nombrando las partes del árbol, sabiendo que la palabra es creadora y por tanto estás dando la Orden para que ello ocurra. Gracias, gracias, gracias a la Llama dorada.

10. Agradecer desde lo profundo de tu corazón, con entrega y vocación de servir a toda tu familia, en todas las ramas y partes de tu árbol por aceptar esta limpieza: Lo siento, por estas memorias que cargamos, lamento haber contribuido con mis pensamientos, de la forma que lo haya hecho para que este patrón apareciera en nuestro linaje. Estoy dispuesto a dejar ir todo esto y les agradezco querida familia, por permitir que la sanación ocurra ahora mismo. Lo siento, nos amo. Gracias, porque está hecho. Entrego este proceso a Dios / la más Alta Luz / el Universo, en la confianza de que soy escuchado, sanado y recibo en mí y en mi árbol familiar toda la energía magnificada en pura Luz. Gracias, gracias, gracias, porque así Es.
Para este trabajo me basé en un texto atribuido a Luisa Guillen, a quien no conozco. Lo edité y modifiqué como siempre, siguiendo mi propia conexión y conforme a mis conocimientos.
Te pido si vas a compartirlo que respetes la fuente. Bendiciones de mi corazón al tuyo, Verónica Heiland.