AL ENCUENTRO CON TU SOMBRA













¿Qué es lo que más desprecias de las demás personas?
 ¿Cuál es aquella característica personal que te hace rabiar de los demás?
Podemos decir muchas cosas y quedarnos cortos cuando nos empeñamos en relatar todas aquellas características de la personalidad que consideramos erróneas, crueles y que, NUNCA NUNCA NUNCA expresaríamos, NUNCA adquiriremos esa característica personal que tanto despreciamos….
Pues permíteme decirte querido lector que TODAS Y CADA UNA de esas características que desprecias en el prójimo, tú también las tienes, en realidad todos las tenemos; todos tenemos esa parte de rencor, envidia, falsedad, egoísmo, y todo aquello que se te ha ocurrido al comienzo del Post.
En estos momentos puede que estés pensando de mi alguna de esas características que has relatado, es normal. Déjame que te lo explique…
Estoy hablando, en términos muy ambiguos, de lo que CARL JUNG bautizó como LA SOMBRA. Definida como aquella parte inconsciente de nosotros mismos que no aceptamos ser, todas aquellas características de la personalidad que despreciamos y rechazamos de los demás y por ende, de nosotros mismos: frustraciones, experiencias vergonzosas, dolorosas, temores, rencor, inseguridades, agresividad que se alojan en nuestro inconsciente. En general, todo lo negativo de la personalidad que el individuo no está siempre en condiciones de asumir y que, por dicho rechazo, puede llegar a frenar la manifestación de nuestra auténtica forma de ser y de sentir.
En contraposición a la sombra, está lo que me gustaría denominar LA LUZ; todo aquello que nos preocupamos por transmitir a los demás, aquello de lo que nos sentimos orgullosos, que apreciamos de nosotros mismos y de los demás: la bondad, la honestidad, la gratitud, etc.

Y ES QUE, NO PUEDE EXISTIR LUZ SIN SOMBRA, NI SOMBRA SIN LUZ

Por lo general, nos empeñamos en arrancar esa parte de sombras de nosotros mismos, rechazándola, negando que tenemos, al igual que luz, sombra.
Nos hacemos una herida incurable, que siempre está quemando en nuestra piel la cual está desquebrajada,  y cuando alguien nos pone de frente esa característica que hemos rechazado de nosotros mismos, esa herida pica, nos dan justo dónde hemos arrancado la piel y por ello, rechazamos a esa persona, es lo que se conoce como PROYECCIÓN. Proyectamos la sombra rechazada en otra persona, una parte de nosotros mismos que no aceptamos la vemos manifestada en otros que, de igual manera rechazamos.
Y mientras negamos nuestra sombra, estamos perdiendo parte de nuestra LUZ, estamos incompletos. No estoy hablando de empezar a ser egoístas, violentos, etc. sino el aceptar que hay una parte de ello en nosotros y utilizar nuestra otra parte, nuestra LUZ para alumbrar las sombras, no eliminar, sino integrar, dar una luz infinita que proyecte en todo nuestro alrededor, una aceptación plena de nosotros mismos, nuestros lados buenos y  nuestros lados malos, integrarlo todo en una misma persona plena y satisfecha y transmitir esa luz, equilibrio y armonía a nuestro alrededor.
Como dice la Profesora Dra. Rebeca Retamales Rojas en su ponencia en Caracas el año 2007 “La capacidad destructiva de la sombra es muy poderosa y es responsabilidad individual luchar por su integración en la personalidad total para conseguir transformar esa energía en creatividad. Cuando esto ocurre se produce un crecimiento de la confianza en nuestras capacidades reales y la aceptación de limitaciones que todo ser humano tiene activándose el potencial de desarrollo que hasta entonces no fluía (…)Como hacer frente a la sombra, el desarrollo personal, la búsqueda individual, el auto-conocimiento, el suficiente amor propio por uno mismo, la compasión y el respeto por el propio dolor, por los fracasos que, finalmente, activará el amor y la consideración por el prójimo.”
Se trata, en definitiva, de HUMILDAD, aceptar de igual manera y con el mismo énfasis nuestras partes de sombra y nuestras partes de Luz y una vez aceptadas, DECIDIR que hacer con ellas. Recuerda que todos tenemos una parte de psicópata, de envidioso, de mentiroso, etc. ahora bien, en nuestra mano está el decidir que hacer con ella; resistirse, esconderla y que en el peor momento salga a de su escondite tapando toda nuestra luz o, por el contrario, aceptar que está ahí, tenerla controlada y asumida, al lado de nuestra luz y eclipsado por ésta.

DE NADA SIRVE TENER A LA SOMBRA DETRÁS, ACÉPTALA Y PONLA AL LADO DE TU LUZ Y ÉSTA SE ENCARGARÁ DE ILUMINAR TODA TU OSCURIDAD.

http://www.dreamandcoaching.com