Cada persona debe tener conversaciones frecuentes con su alma.
Pregúntale sobre el particular y obra en consecuencia. Ella te
responderá LO QUE SEA MÁS CONVENIENTE para tí. Cada caso
es único. El Mentor Espiritual Paul Jagot hizo una investigación en
París, y descubrió que algunos de los que decidieron dejar de
consumir carne, murieron posteriormente de tuberculosis. De otra
parte, conozco un médico que padecía ataques de epilepsia; al dejar
de consumir carne los ataques cesaron. Conozco otra médica que de
un día para otro decidió dejar la carne. Un mes después estaba con
anemia.
Nadie nos conoce mejor que nuestra alma. Pregúntale si en esta
encarnación decidiste o no comer carne. Confía en la respuesta que
recibas.
La clave es no hacer mecánicamente lo que otros hacen, pues todos
vivimos procesos diferentes. El alma es muy sabia y te dirá si en esta
encarnación te conviene o no la carne.
Cada persona es un mundo, así que no se debe generalizar.
Si el alma te dice que consumas carne, hazlo. Si te dice que no
consumas carne hazlo también.
Las respuestas están en el interior, y son diferentes para cada
persona.
Cordial saludo, José Gabriel Agesta.
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